María, 24 de febrero, 2017

4 palabras mágicas sobre tus iKids y las apps

Nuestros iKids viven en el fabuloso mundo de las apps. Nosotros también, pero ellos más aún. Las utilizan para jugar y entretenerse, para relacionarse con sus amigos, para conocer a gente nueva… Y como muchas apps no cuestan dinero, ni los iKids ni nosotros nos damos cuenta de que eso no significa que sean gratis. Eso lo que significa es que el producto que quieren conseguir esas apps y sus dueños son nuestros datos (mail, teléfono…) y los datos a los que puedan acceder al llegar al dispositivo en cuestión.

Cuando doy conferencias a padres o hago talleres con estudiantes, me encuentro casi siempre con un elemento común a todas las ciudades, todos los barrios y, cada vez más, todas las edades (desde los 9 ó 10 años hasta bien avanzada la adolescencia). Los iKids que tienen dispositivo propio (tablet o smartphone), y que son cada vez más y cada vez más jóvenes, se descargan ellos mismos las apps que les interesan. Sin casi supervisión. Sin opinión de nadie más. Ellos. A su aire. Son pocas las ocasiones en las que tienen que recurrir a un adulto para que autorice la descarga de una app.

Cuando tu iKid tiene 14 años y lleva tiempo escuchando tus sermones tecnológicos sobre privacidad, sobre seguridad, sobre no creerlo todo, está bien que «abras la mano» y favorezcas su autonomía o realices un ejercicio de confianza. Pero ¿antes? Si nunca han utilizado un cuchillo pequeño, dudo mucho que les dejes utilizar el cuchillo de sierra para cortar el pan.

Tres datos sobre apps que debes tener en cuenta:

  • Privacidad: el 59% de las apps envía información sobre el dispositivo o sobre los hábitos del usuario a terceras partes (Holloway, L. Green, S. Livingstone, EU Kids Online network, Zero to Eight: Young children and their internet use, agosto 2013).
  • Compras: en 2013, el 80% de las apps más populares se ofrecía de forma gratuita pero incorporaba opciones de compras y otros gastos -actualización, cuentas Premium- dentro de la aplicación (Nielsen, Understanding the Children’s Book Consumer in the Digital Age, septiembre 2013).
  • Permisos: un 29% de los padres deja que sus hijos se descarguen apps sin permiso (encuesta OnePoll de Internet Matters con padres de niños de entre 5 y 11 años).

En función de lo impulsivo, responsable, enganchado al móvil o independiente que sea tu iKid, lo ideal es que seas tú quien decida qué apps se pueden descargar. Aunque sean gratis. Y desde luego al principio. Porque:

  • el dispositivo es tuyo. Tú lo compras, tú pagas la conexión a Internet. El móvil y la tablet no son del iKid. Son tuyos.
  • las apps que te descargas en un dispositivo acceden a información de ese dispositivo. Te piden un mail o un teléfono o acceso a contactos o acceso a fotos. Y no solemos decir que no a nada de esto. Los iKids menos aún. Es importante configurar los ajustes de privacidad de cada app y, en todo caso, es fundamental que sepamos que las apps viven dentro de nuestros móviles y que en nuestros móviles lo guardamos todo.
  • hay apps con las que puede resultar más fácil que entre malware al dispositivo en cuestión (sí, hay apps falsas y malvadas o apps corrompidas por virus varios).
  • cuando un iKid de 10 años tiene perfil en Snapchat o en Instagram o en lo que sea sin que tú lo sepas (pese a las condiciones de uso que hablan de usuarios mayores de 16 o mayores de 13 CON consentimiento paterno), la responsabilidad de evitarlo (por no hablar de culpa) no es del móvil ni de las aplicaciones ni del iKid, sino tuya.

Así que, vistos los datos y realizada la reflexión, éstas son las 4 palabras mágicas sobre tus iKids y las apps:

1. Permiso paterno: que seas tú quien autorice descargar aplicaciones.

En este post te cuento cómo, pero básicamente se trata de que haya una cuenta familiar en la que los adultos podáis realizar las descargas de apps (tanto gratuitas como de pago) mientras que los iKids son «menores» y por tanto pueden pulsar sobre «descargar» en la tienda correspondiente, pero serás tú quien deba tomar la decisión de decir «sí» o «no» a esa descarga. Que las cuentas de usuario de tus iKids no tengan autorización de compra y descarga evitará problemas de gastos incontrolados o actividad online desconocida.

2. Selección de apps: no descarguemos cualquier cosa, menos aún si es para uso de los iKids. 

Busquemos información sobre la app en cuestión, incluso cuando sean juegos para los más pequeños (así nos evitamos sustos o descargas inútiles por juegos mal diseñados o que no funcionan o que a cada segundo ofrecen publicidad; ya sabéis que suelo recomendar Common Sense Media o Generación Apps para estas búsquedas de opinión objetiva). Y no descarguemos apps sin control; si no les compras un juguete nuevo cada semana, tampoco una aplicación (aunque sea gratis); que aprendan a esperar aunque vivamos en un mundo de satisfacción inmediata. Y después, que los iKids aprendan también a informarse sobre una app antes de descargarla.

3. Ajustes en las apps: revisemos los permisos que nos piden las aplicaciones.

Si una app es para jugar, ¿por qué necesita acceder a nuestro carrete de fotos o a nuestros contactos? Aprendamos a decir «no»… Los niños se descargan cualquier app, sin pensar, sin informarse, sólo porque alguien se la recomienda y dejan que la app acceda a los contactos. Pero, ¿por qué? Ayudémosles a que entiendan que no hace falta. Y sobre la geo-localización, que también vayan a ajustes y la desactiven salvo cuando haga falta usarla (en PokémonGo, por ejemplo). En cada app es diferente, pero siempre hay un apartado de «ajustes» al que puedes ir y siempre hay información en Internet sobre el tema.

4. Mantenimiento de las apps: hagamos limpieza y actualización de vez en cuando, como con el armario o el maletero del coche.

No hace falta tener decenas y decenas de apps en el móvil o la tablet si nunca las usamos. Actualicemos las versiones cuando haga falta, para que también se actualicen los controles de seguridad, por ejemplo (porque las apps también trabajan para ser mejores, por voluntad propia de quienes las crean o por exigencias de las tiendas oficiales).

Así que iKids + apps sí, pero con permiso paterno, selección, ajustes y mantenimiento. Estas 4 palabras te sirven también a ti, pero por favor no las olvides en el caso de los dispositivos que usan tus hij@s. Especialmente cuando llegue el primer móvil (que es tuyo, no de ellos).

Si quieres saber más sobre tus hijos y las apps, aquí tienes info sobre para qué las usan y cuáles son las que más les gustan.

Bss,

M.

 

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