María, 22 de enero, 2018

La familia es la primera trinchera en la #educación digital

Este texto empieza con la foto de un dibujo de iLast. Un dibujo sobre Minecraft. Minecraft es un videojuego. A iLast le chifla. Juega con la Play y ve videos sobre Minecraft en YouTube. Pero su afición por Minecraft no se limita a pantallas. También pinta sobre Minecraft. O construye cosas de Minecraft con Lego. Habla sobre Minecraft con amigos. A veces juega a ser Steve (el prota) en el patio del colegio. Sabe que en la consola podría jugar online, con otros jugadores, pero no le dejamos y (de momento) lo asume sin problemas. En su entretenimiento y su hobby hay on y off. Y el reto es ayudarle a entender que tiene que haber de todo y que hay un momento para todo. Que no todos los días puede jugar con Minecraft. Ni a todas horas. Que de momento Minecraft es para la consola y no hacen falta apps para seguir jugando en la tablet. Si me habla de la espada diamante, pongo cara de «sé lo que es». Si me pregunta por Mikecrack (youtuber que comparte videos sobre Minecraft), busco el canal para ver en qué tono se expresa el tal Mikecrack. Y decido.


Con la familia empieza todo. Los niños aprenden a desenvolverse en el mundo a través, en primera instancia, de lo que viven en casa. Aprenden en el colegio también, pero es en familia donde aprenden valores, donde incorporan hábitos, donde se inician en la comunicación, las relaciones, el entretenimiento, el respeto a las personas o a las normas. Los más cercanos a un niño influyen sobre sus aficiones, sus sentimientos y su forma de pensar.

En esto del uso de la tecnología, la familia es la primera trinchera. Porque educar en tiempos de Internet a veces es una batalla y no podemos esperar a que vengan otros tanques a resolver algo que nos toca abordar a nosotros. Como dice María Zalbidea en Cosiendo la Brecha Digital, el mejor control parental es la conversación que los padres tienen con los hijos a la hora de hablar sobre cómo usar todo lo digital. Desde pequeños y mientras crecen. Acompañando. Guiando.

Puede que no se te dé bien algo. Cocinar, por ejemplo. O coser o dibujar o conducir. Pero aun así buscas maneras de que tus hijos coman, estén vestidos, dibujen o se muevan de un lado a otro en algún tipo de transporte, llevándoles tú o gestionando que los lleven otros. Así que tampoco hay que saber mucho de tecnología para ayudarles a que aprendan a usar bien las pantallas. Se trata más bien de apoyarte en otros para saber qué debes saber, para entender lo que te preocupa, para hablar con tus iKids de forma que te entiendan, para buscar soluciones que se adapten a tu familia.

Más que educar para que nuestros hijos no corran peligros en su convivencia con Internet y las pantallas, eduquemos para que vayan aprendiendo a relacionarse con la tecnología. Fomentando el auto-control, la creatividad, la prudencia, el respeto, la paciencia y el entender cómo funciona el mundo digital que tanto les gusta. 

Poco a poco.

Desde el principio. Como con los cuchillos de la cocina.

No estamos solos

Los padres, que somos responsables en primera instancia de cómo sean nuestros hijos, no estamos solos. Tenemos recursos para ir sumando cultura digital e ir abriendo conversaciones con los iKids acerca de apps, redes, juegos, consolas, webs, tablets, móviles, ordenadores y compañía.

****

Puede que, en el complicado proceso de educar, tengamos en cuenta lo que quieren los iKids, pero en última instancia tomamos nosotros las decisiones.

Puede que los iKids nos pidan de todo, pero la autonomía y la libertad se la vamos dando de forma gradual.

Puede que nos preocupe que otros les hagan daño, pero no les encerramos en casa sino que les vamos ayudando a gestionar sus problemas y conflictos.

No esperemos al primer móvil. No demos por hecho que saben usar todo esto que forma parte de su infancia y no formó parte de la nuestra.

No pensemos que nacen sabiendo auto-controlarse y entendiendo las consecuencias de sus actos.

No demos por sentado que la culpa de todo lo malo que pasa en redes sociales la tienen las redes sociales.

Esto no es tecnología. Es educación. Y empieza con la familia. Contigo.

Besos,

M.

PD. Tienes más info sobre control parental tecnológico, que puede resultar una ayuda extra, en esta sección y en este post.

Autor: María

Publicado: 22 de enero, 2018

Categorías: ePaternidad, Family&TechTalks

Etiquetas: Control Parental, Educación, ePaternidad, Familia y Tecnología

2 respuestas a “La familia es la primera trinchera en la #educación digital”

  1. Sara M. dice:

    Mi problema ahora mismo (bueno, uno de ellos), es que mi hijo sigue a X páginas de Instagram. Ninguna de ellas, por sí sola, es mala; lo malo es que algunas tienen como 20 publicaciones al día, o a lo mejor me quedo corta. Y claro, te asomas a su cuenta, y hasta que encuentras una foto de un amigo, puedes darle al dedo una hora… Tengo que sentarme con él a ver cómo lo hacemos, pero ya te digo, que encima son páginas como «sabías que…», «hazte el listo», «esto te interesará», y hastags de Harry Potter y cosas así.
    Gracias por todas tus ideas. Ojalá más gente estuviera atenta a estas cosas.

    • María dice:

      ¡Gracias, Sara, por tu comentario! En lo mismo que tú estamos la mayoría, en hablar mucho sobre cómo viven sus redes y su crecimiento digital… Piensa que nosotros en Instagram también seguimos perfiles que no son de amigos sino de gente que comparte cosas que nos interesan. Poco a poco, charla a charla… Un abrazo!

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