Conversación 9: LO POSITIVO #Adolescentes #Tecnología #Coronavirus
Éste es el punto 9 de la relación de 10 conversaciones que podemos tener con adolescentes sobre la pandemia de COVID-19 y el uso que hacemos de la tecnología. Se trata no de aleccionar ni alarmar, sino de aprender juntos y aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre personas y pantallas.
El tema: Lo positivo
En momentos como el que vivimos, la tecnología no sustituye a las personas, pero puede acercarnos, alegrarnos y ayudarnos. Quizá nuestros adolescentes no vayan a ver a sus abuelos, pero pueden hacer video-llamadas. Lo mismo con amigos. Las pantallas, además de entretenernos, se convierten en el puente que nos permite sentiros algo cerca de nuestra tribu.
Además, situaciones límite invitan a la solidaridad de muchos. En los últimos días hemos visto cómo muchos jóvenes se ofrecían a cuidar de niños si los padres tienen que ir a trabajar o a cuidar de mayores que vivan solos o tengan necesidades concretas. Hemos visto a jóvenes sumarse en redes a las campañas de #YoMeQuedoEnCasa o #FrenaLaCurva.
Vemos la solidaridad de empresas que realizan donaciones o que abaratan sus productos o que trasladan mensajes de ánimo o que prometen no despedir a nadie. Vemos la solidaridad de vecinos o de dueños de hoteles que ceden sus instalaciones a la atención sanitaria o de editoriales y autores que liberan temporalmente sus creaciones. La solidaridad de empresas que fabrican mascarillas. La solidaridad de todo tipo de profesionales que ofrecen sus servicios o conocimiento para resolver dudas de cualquier formato y la solidaridad de iniciativas como iHelp que ayuda a repartir comida a quienes la necesitan. Solidaridad como la de jóvenes universitarios que se organizan en redes para ayudar a los alumnos que este curso se enfrentan (enfrentaban, hubieran enfrentado, quién sabe) a la EVAU.
Vemos creatividad solidaria a diario. Artistas que actúan a través de redes sociales (cantantes, grafiteros, escritores que leen para el público…). Ilustradores que comparten sus obras para que podamos intentar imitarlas y pasar el tiempo. Vemos cantantes improvisados. Festivales como CuarentenaFest o YoMeQuedoEnCasa Festival.
Vemos cultura compartida y accesible a todos. Visitas virtuales a la exposición de Rembrandt en el Thyssen, al Museo del Prado, iniciativas de todo tipo como las que resume la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial en este hilo de Twitter, plataformas que te permitan escuchar desde casa a la Filarmónica de Berlín o que abren acceso a la ópera (aquí o en el extranjero). Aquí más ejemplos.
Los youtubers a los que siguen tus teenagers están compartiendo contenidos sin parar (Jaime Altozano es el mejor de los ejemplos) y se organizan partidas de FIFA o eGames de todo tipo. Las tiktokers y sus bailes hablan de quedarse en casa y plataformas como HouseParty se convierten en la forma de quedar con amigos para los adolescentes más sociables.
Podría escribir horas y horas sobre cómo la tecnología ayuda a que surja lo más positivo de las personas en épocas complicadas. Ésta no es la primera crisis de este tipo que afecta a la Humanidad, pero sí es la primera en la que redes sociales y conexión 24/7 están ahí para abrirnos las puertas al mundo.
En días como estos, la tecnología, las redes sociales, las apps de mensajería, las plataformas de streaming… nos ayudan a seguir informados, a estar entretenidos, a compartir contenidos útiles, a estar en contacto con conocidos, a trabajar, a aprender…
La tecnología está ahí, parada, si no la usamos nosotros. Como siempre digo, la clave está en: ¿para qué la vas a usar tú? ¿Y tus adolescentes?
Hablemos con nuestros adolescentes sobre todos estos temas. Tienen cabeza, saben pensar. Quizá a veces parezca que no, que van a lo suyo. Pero quienes tienen que darles la oportunidad de tomar decisiones responsables, de aportar en positivo, de protegerse, de ayudar, de aprender, de crear… somos nosotros. Es solo darles la oportunidad. Y hablando con ellos podemos empezar a hacerlo.
Besos,
M.