María, 16 de octubre, 2017

Ideas prácticas para gestionar el ‘tiempo de pantalla’ de los niños pequeños

El uso de la tecnología por parte de los niños no tiene que ver sólo con el acceso a Internet y redes sociales. La vida conectada de los pequeños de la casa no empieza cuando reciben su primera tablet o su primer smartphone propios, ni cuando se abren cuenta en Snapchat o empiezan a utilizar WhatsApp. De hecho, en muchos casos, ese momento de empezar a navegar por la Red, a relacionarse con el mundo o inaugurar su identidad digital viene después de muchos años viendo videos, utilizando videojuegos en consolas varias o jugando con apps y usando tu móvil. Tienden a desarrollar su propia relación con la tecnología, no siempre con nuestra compañía y no siempre con normas, y lo que más preocupa sobre ese ‘tiempo de pantalla‘ cuando son pequeños es que accedan a contenidos inadecuados o estén ‘demasiado enganchados’.

La relación de los iKids con la tecnología empieza con la televisión (la de siempre o la que nos llega a demanda y por streaming), con los juegos en apps, con los videojuegos, con YouTube y YouTubeKids, con escuchar música a través de servicios como Spotify, con sus primeros mensajes y correos electrónicos, con sus primeros juguetes conectados. Y si su colegio tiene algún tipo de proyecto tecnológico, antes de que les dejes tener móvil o perfiles en redes, tendrán esquina con ordenador o pizarras electrónicas o clase de informática o tablets como parte de su vida escolar. Todo eso es tecnología y suele llegar a la vida de los niños desde bien pequeños; y somos nosotros, sus padres (o profesores en el caso de las aulas), los que ponemos los dispositivos en sus manos.

Es en esta etapa, hasta más o menos los 11 años, en la que resulta fundamental sembrar la semilla de un uso responsable y positivo de la tecnología.

  • Con normas y límites;
  • Con una autonomía progresiva -en línea con la independencia que les vayas dando en su vida no conectada-;
  • Con asertividad hacia ellos e información para ti;
  • Con diálogo.

No siempre es fácil, porque los iKids vienen con un master hecho en lo que a insistencia infinita se refiere. Y los padres vamos a mil y no siempre nos sentimos fuertes para afrontar todos los retos. Así que te propongo varias ideas prácticas -y creo que realistas en los tiempos que corren- para gestionar el uso de la tecnología por parte de tus iKids pequeños. Son fruto de mi experiencia como madre y como amiga de madres que, en nuestra vida diaria, lidiamos como podemos con esto del ‘tiempo de pantalla’. Lo más importante:

  • ser conscientes de por qué y para qué les estamos dejando un dispositivo (por aquello de no empezar a quejarnos luego, cuando tienen 13, de que están ‘enganchados’);
  • saber decir que no y aguantar la reacción del iKid;
  • dar todo el (buen) ejemplo que podamos -sabiendo dejar el móvil a un lado cuando estemos con ellos;
  • implicándoles poco a poco en la convivencia familiar con la tecnología;
  • fomentar un equilibrio entre las pantallas y todo lo demás;
  • y aprovechar algo que les atrae para que lo utilicen de forma creativa y no solo como consumidores pasivos.

Little iKids, hasta los 7 años

Lo sé, piden de todo desde pequeñitos. Y si no lo piden, en ocasiones somos los padres los que ponemos una pantalla en sus manos para disponer de un rato de ‘tranquilidad’. Bueno, pues con la calma, sin fustigarnos, pero hacia adelante y sin flaquear…

Los expertos -en este caso, pediatras norteamericanos– nos dicen que la interacción personal es fundamental para el aprendizaje de iKids de hasta 2 años, así que en esta franja de edad deberíamos limitar el tiempo de pantalla a hablar con otras personas (video chat tipo Skype o FaceTime, por ejemplo). Como el mundo real tiene televisión y videos y juegos y al final todos ‘caemos’, busquemos contenidos apropiados, intentemos que ese tiempo de pantalla lo vivan con nosotros -hablando sobre lo que ven- y sobre todo seamos rigurosos con el tiempo. Ya sé que es tentador ponerles la tablet delante para que coman, o dejarles el móvil cuando estamos en un restaurante, pero intentemos reducir al máximo esos momentos. Si les vamos a dejar ver videos o jugar con alguna app, esperemos a que lo pidan (varias veces), en lugar de adelantarnos. A esta edad, es probable que se entretengan igual con un trozo de pan, un plátano, un juguete o una servilleta, así que vuelve a llenar tu bolso de cosas varias y resiste la atención 😉

A esta edad, la prioridad sigue siendo el juego no conectado y, si incorporamos pantallas, que sea con juegos y apps de calidad, ofrecidos al niño en el contexto adecuado, a ser posible con nosotros, para que entiendan lo que están viendo o haciendo. 

Como, de nuevo, estaremos tentados de flaquear, lo más útil es plantearte tus propias normas y tratar de cumplirlas, teniendo claro cuándo permitir pantallas, por qué y para qué; si además les repites mil veces cuándo les dejas, por qué y para qué, será más fácil para todos interiorizar esas normas. Tú tendrás algo a lo que agarrarte cuando te pidan con insistencia tu móvil o una tablet y no quieras ceder -«mira, fulanito, habíamos dicho que nada de tele entre semana«-. Y ellos, a esta edad, todavía nos miran como si fuéramos súper héroes, como si lo supiéramos todo, como si fuéramos el centro de su universo, así que in-ten-ta-rán asumirlo. Lo ideal es que:

  • vean televisión o videos durante periodos cortos y a ser posible contigo, para hablar sobre lo que ven;
  • los videos tengan que ver con lo que les gusta en el mundo real (muñecas, Lego, Playmobil, coches, trenes…);
  • seas tú quien busque los videos o los juegos y quien decida el momento de verlos -y de parar-. Mejor evitar pantallas a la hora de comer y antes de irse a dormir;
  • elijas bien las apps con las que juega, a ser posible relacionadas con letras o números, también un rato no demasiado largo y también llevándolo luego al juego no conectado. Tienes buenas recomendaciones en Generación Apps.
  • seas claro respecto al momento: tú lo decides, no es un premio, hay otras alternativas.

En mi casa, a estas edades, hemos optado por la televisión tradicional, los DVDs de Baby Einstein (con los mayores, hasta 2010) y después YouTube & YouTube Kids. Únicamente los fines de semana y, entre semana, sólo media hora a media tarde cuando había alguna situación excepcional. Muchas noches vemos videos juntos y durante el fin de semana se relajan las normas. Los iKids tienen bastante asumido que entre semana no hay pantallas (a excepción de los deberes que necesiten usarlas). Con iLast hemos vivido ya la eclosión de las apps y además es el tercero, así que ha habido más momentos de juegos en la sala de espera del médico o en el restaurante, pero hay que dejarles claro que son excepciones.

Si crees que no vas a poder ser tan estricto en tu propio auto-control y que será imposible que el iKid no tenga un tiempo de pantalla cada día, puedes hacer un dibujo como éste y reservar un tipo de uso para cada día, de forma que sea más fácil explicar (al niño) y recordar (tú) que «es lo que hay». Lo adaptas a tus necesidades, lo colocas en la cocina, y todos ‘sabemos’ que los martes y viernes se puede ver la tele, los lunes-miércoles-jueves no hay «nada de nada de pantallas», los sábados podemos ver videos en YouTube (en TV inteligente u ordenador) y los domingos se puede usar el móvil o la tablet de mamá o papá… Lo que sea más útil en cada casa y en función del iKid.

Todo esto es muy, muy difícil de cumplir, pero hay que perseverar…

Middle iKids, de 7 a 11 años

Seguimos con las normas, pero damos un paso más para implicarles en respetarlas de forma activa.

  • Puedes hacer (con ellos, si quieres) un cartel familiar con esas normas, del tipo de éste que compartí hace tiempo.
  • Puedes pedirles que pinten una cartulina con las cosas no tecnológicas que les guste hacer (plastilina, construcciones, muñecas, balones) para que lo tengan a mano cuando te pidan ‘pantalla’ y tú digas que no.
  • Puedes compartir con ellos las 4 palabras mágicas sobre pantallas, adaptándote a su edad: dónde, cuándo, para qué y cuánto tiempo. A mí me funciona porque me evito discusiones, aunque lógicamente no es eficaz siempre ni al 100%. Aquí te dejo una tabla que hace tiempo usábamos nosotros.
    • Si tienen consolas portátiles, lo mejor es que no las saquen de casa, salvo en desplazamientos que tú permitas. No sé si te habrá pasado, pero a veces tu iKid invita a un amigo y el amigo se trae la Nintendo y al final acaban los dos jugando en el cuarto sin mirarse. Está bien que jueguen, pero que hagan algo más. Las normas son las normas. Y si las normas dicen que no hay Play o Wii entre semana y la amiguita viene un jueves, pues no debería haber videojuego, ¿no? Si se hace una excepción, que sea porque lo decides tú.
  • Puedes invitarles a utilizar las pantallas no sólo para MIRAR sino también para HACER.
    • Hay apps y recursos varios para aprender a programar, por ejemplo, y aplicaciones que acompañan en el aprendizaje.
    • Puedes buscar con ellos fotos en Internet, de cosas que les gusten (animales, personajes, instrumentos musicales, futbolistas, colores), para que luego copien esa foto y la peguen en un PowerPoint, en el ordenador, y escriban el nombre del animal-personaje.instrumento-futnolista-color. Una foto y nombre por pantalla. Y luego verlo en modo presentación mientras les pones una música. Este tipo de pantalla implica concentración y atención voluntaria -frente al mero consumo de estímulos- y está relacionado con las aficiones del niño. Comparto un ejemplo con iLast.
    • Un poco más mayores, puedes enseñarles a hacer una playlist en Spotify con sus canciones favoritas, para que la puedan escuchar en un viaje o en el cuarto mientras juegan o leen o pintan.
    • A partir de los 8, puedes ir incorporándoles al ‘mundo del mensaje‘, de forma controlada y en familia. Desde tu correo, contigo, pueden enviar un mail a un familiar contándole cosas. Así podrás enseñarle a empezar el mensaje saludando, por ejemplo. Si son algo más mayores y tienen tablet, pueden intercambiar mensajes contigo, y tú aprovechar la ocasión para hablar sobre cuándo y cómo contestar, por qué no hace falta esperar respuestas inmediatas. La tecnología permite una comunicación instantánea, pero hay unos códigos de conducta en el lenguaje y «no vale todo».
    • De las pantallas se pueden sacar ideas para infinitas manualidades y para aprender a

      Fuente: Pinterest

      hacer cosas que no tienen nada que ver con la tecnología. Si tu iKid de 7 u 8 años te pide que le dejes la tablet o el ordenador, dile que sí, si acepta que busquéis ideas para pintar palos de madera o para aprender a tocar el ukelele, por ejemplo. Lo que sea que tengas por casa para que luego el juego sea ‘desconectado’.

***

Ejemplos de respuestas que puedes dar cuando te piden tu móvil o tu tablet (y no quieres ceder):

  • ¿Te acuerdas de nuestras normas? ¿Si te dejo el móvil cumplimos las normas o las incumplimos? En mi casa, cumplir las normas a veces significa ganar puntos para elegir qué peli vemos el fin de semana, poder jugar más tiempo con la Wii o la Play, instalar alguna app que lleven tiempo pidiendo o elegir menú de cena el viernes; incumplir las normas implica quedarse sin dispositivo, hacer la cama de los hermanos, no ir a un cumpleaños….
  • ¿Para qué lo quieres? ¿Buscamos ideas de otras cosas que puedas hacer? ¡Hazme una lista! Hace unos días iLast me hizo caso y preparó una lista de alternativas que decía «1. jugar con el teléfono de mamá, 2. jugar con el teléfono de mamá, 3. jugar con el teléfono de mamá, 4. jugar con el teléfono de mamá…»).
  • O, simplemente, «ahora no. Y punto» (que para algo somos padres y nos pasamos media infancia escuchando «ahora no y punto» de parte de nuestros progenitores. No pasa nada; no se trauman).

Varias cosas importantes:

  1. Sobre las apps (en tu móvil, en tu tablet, en su tablet, donde sea): elígelas tú y descárgalas tú -no ellos sin preguntar-, actualízalas de vez en cuando, comprueba qué tipo de datos personales piden en la instalación. Aquí te cuento más.
  2. Si antes de los 11 has decidido que estrenen tablet, ten en cuenta estos consejos (son para móvil pero valen igual). Evita que la tengan en el cuarto, especialmente por la noche y configura el dispositivo para que seas tú quien decide sus contenidos.
  3. Si navegan por Internet, observa cómo lo hacen y guíales. Y si no siempre estás con ellos, ten en cuenta que puedes poner filtros en búsquedas y accesos: configurando SafeSearch de Google, por ejemplo, o accesos restringidos en los resultados que ofrezca YouTube (escribí sobre el tema en este post). Si utilizan un ordenador del salón o de un despacho, comprueba tu software de seguridad (te recuerdo opciones) y si crees que necesitas aplicaciones de control parental, éstas son algunas de mis favoritas.

En fin, elige entre todo esto o busca tus propias ideas. Sobre todo, habla con los iKids sobre lo que hacen con los dispositivos. Normaliza la tecnología: habla sobre para qué usarla, cuándo usarla, dónde usarla, cuánto tiempo usarla. No esperes a que tengan más edad para empezar a poner límites y esperar que los cumplan. Esto es educación, no es informática.

Besos,

M.

 

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